El panorama del compliance o cumplimiento normativo ha experimentado una metamorfosis significativa en los últimos años, desencadenando desafíos cada vez más complejos para los directores de empresas, especialmente aquellos en el C-Level.
Los líderes empresariales se enfrentan a nuevos retos para garantizar el cumplimiento de las leyes, los códigos éticos y las buenas prácticas en sus organizaciones, así como para prevenir y gestionar los riesgos legales, reputacionales y operativos que puedan surgir.
Para tener contexto, la industria de energías renovables ha tenido, en años recientes, un crecimiento explosivo a nivel mundial. En el caso particular de Chile, de tener un nivel poco significativo en 2015, se estima que en la actualidad ocupa uno de los primeros lugares de este sector a nivel global.
Si damos una mirada hacia el pasado, 5 o 6 años atrás toda la atención estaba centrada en el negocio, el foco estaba en el área operacional. La realidad de hoy, movilizada por los cambios globales y la creciente atención sobre aspectos que conciernen a la protección del medio ambiente, se ha expandido a otras áreas de preocupación que hacen más complejo el desarrollo de las corporaciones.
En el nuevo escenario del compliance, los desafíos van de la mano con las oportunidades para demostrar el compromiso de la empresa con la ética y la responsabilidad.
Nuevas realidades, acciones renovadas
La implementación de estrategias integrales que aborden la complejidad legal, promuevan la ética organizacional y gestionen eficazmente las crisis, permitirá a las empresas no solo cumplir con las normativas, sino también construir y mantener una reputación sólida en un entorno empresarial cada vez más exigente.
Para las empresas y sus directivos ya no solo se trata de responder a las normativas y exigencias determinadas por las distintas leyes. En la actualidad, también es un requisito atender a las regulaciones propias de cada sector específico de la industria en las que operan.
Por ejemplo, en aspectos relacionados con las energías renovables, el cumplimiento se orienta hacia la atención de una serie de regulaciones enfocadas en las condiciones de transmisión de energía o bien en el caso de las salmoneras, estas deben responder a regulaciones especiales al trabajar con organismos vivos y sus productos derivados. Incluso, si pensamos en las empresas vinculadas con el área financiera, estas también deben cumplir con regulaciones exclusivas propias de su sector.
Por lo tanto, cada empresa debe enfrentar sus temas particulares, y esto supone algunas dificultades al tener que cumplir y tener que demostrar su cumplimiento, porque, hasta hace muy poco, solo bastaba con una declaración que atendiera a la revisión de algunos antecedentes y obligaciones legales.
En el nuevo escenario, esto es mucho más complejo y específico. La publicación de las declaraciones de cumplimiento deben estar sustentadas por reportes de sostenibilidad, que permitan establecer las evidencias. Estas declaraciones deben expresar si se cumplen tanto las normativas como las regulaciones; por el contrario, si no se están cumpliendo, los informes deben expresar cuáles acciones están en proceso para alcanzar el cumplimiento definitivo de las exigencias. Estos informes, por cierto, deben hacerse públicos.
La importancia de esta declaración de cumplimiento, sustentada por la publicación de los reportes de sostenibilidad, adquiere una resonancia aún mayor en las empresas que tienen compromisos de pago de créditos otorgados por entidades financieras.
Hoy día, la entidad puede exigir acelerar el pago de un crédito a aquellas empresas que no demuestren cumplimiento en sus compromisos regulatorios, y no se trata de un tema relacionado con la capacidad de la empresa para generar los recursos que le permitan pagar. Dichas entidades podrían exigir el pago anticipado de un crédito al advertir que la empresa no está cumpliendo con los compromisos y regulaciones de sostenibilidad que le son atingentes.
Esta exigencia de pago anticipado supone un importante riesgo para empresas que han demostrado incumplimiento; son exigencias que pueden ascender a los tres millones de dólares al año, fuerte suma que deberá ser incluida en el flujo de la compañía; por lo tanto, este riesgo financiero pasa a ser más que relevante al punto de afectar los resultados de manera dramática.
Claves para afrontar los desafíos del compliance en el nuevo escenario
- Definir una estrategia de compliance alineada con la visión y los objetivos de la empresa. La rápida evolución de la sostenibilidad en los últimos años ha llevado a las empresas a improvisar sin políticas claras, estrategias definidas y sin recursos ni herramientas para lograr sus objetivos.
Por otra parte, el compliance no debe ser visto como una carga o una imposición, sino como una oportunidad y una ventaja competitiva. Por ello, es importante que los líderes empresariales dediquen su atención para determinar una estrategia de compliance que esté alineada con la visión y los objetivos de la empresa, que responda a las necesidades y expectativas de sus grupos de interés, y que se adapte al contexto y a los cambios que se produzcan.
- Contar con un equipo de compliance profesional y multidisciplinario. El compliance es una función transversal que requiere de un equipo de profesionales cualificados y especializados. Los directores de empresas deben contar con un equipo de compliance que tenga la formación, la experiencia, la autonomía y los recursos adecuados para desarrollar su labor con eficiencia y calidad.
- Implementar un sistema de gestión de compliance basado en estándares internacionales. Un sistema de gestión de compliance es el conjunto de elementos que permiten planificar, implementar, verificar y mejorar el cumplimiento normativo y la ética empresarial en una organización. Los directores de empresas pueden basarse en estándares internacionales un sistema de gestión de compliance que sea coherente, sistemático, integrado y continuo.
- Evaluar y monitorear el cumplimiento y el desempeño del compliance. La evaluación y el monitoreo son actividades esenciales para el control y la mejora del compliance. Los directores de empresas deben establecer indicadores y mecanismos de medición y seguimiento que les permitan conocer el grado de cumplimiento y el desempeño del compliance en la organización, así como identificar las fortalezas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas que se presenten.
En este sentido, las empresas se han visto en la necesidad de fortalecer sus equipos operativos y a definir políticas y estrategias que incorporen herramientas que permitan facilitar y optimizar la gestión del compliance. Dentro de este marco, las empresas cuentan con soluciones digitales que permiten atender estas complejidades.
Debemos entender que el uso de herramientas tradicionales ya no es suficiente para el logro de resultados favorables. Dentro de este entorno desafiante, no podemos confiar a unas simples planillas electrónicas las acciones de una gestión adecuada de cumplimiento regulatorio.
- Implicar y comprometer a toda la organización. El compliance es una responsabilidad compartida que implica y compromete a toda la organización, desde la alta dirección hasta el último colaborador. Los directores de empresas deben fomentar la implicación y el compromiso de todos los niveles y áreas de la organización con el compliance, mediante la sensibilización, la motivación, la participación, la colaboración y la retroalimentación.
En definitiva, al reflexionar sobre las exigencias de las nuevas realidades que hemos mencionado anteriormente, la capacidad de adaptarse a regulaciones cambiantes se ha convertido en una competencia crítica para los directores empresariales. Adicionalmente, la ausencia de herramientas tecnológicas adecuadas puede dificultar la gestión del compliance.
La adopción de soluciones digitales es esencial para enfrentar estas complejidades de manera efectiva. La inversión en plataformas de gestión del compliance que posibiliten la trazabilidad de la información, la homogenización de los procesos y la creación de reportes de sostenibilidad con datos siempre actualizados, no solo garantizará la conformidad con las normativas, sino que también proporcionará a las empresas una ventaja competitiva al anticiparse a los cambios regulatorios.
Asumir el liderazgo en la implementación de un programa efectivo de compliance no solo protege a la organización de riesgos legales y reputacionales, sino que también genera oportunidades para fortalecer la cultura ética, mejorar la competitividad y construir relaciones de confianza con los distintos grupos de interés.
Hasta hace un tiempo, no tomar acciones quizás era posible, pero hoy desatender los desafíos del compliance no es una alternativa.